Últimamente se está hablando mucho del aceite de oliva por ser un año en el que se ha disparado el precio del aceite en los supermercados. La gente lo achaca a lo mal que está todo, la guerra de Ucrania, la inflación, la especulación, el gobierno, pero no tiene nada que ver con eso.
La culpa es de la flor. O mejor dicho, de la ola de calor que hubo en primavera y secó la flor de los olivos.
Y sin flor, no hay fruto (la aceituna).
Y sin aceituna, no hay aceite.
Esto ha ocurrido en prácticamente todo Jaén y en Málaga, donde tenemos nuestros olivos, así que también nos hemos visto afectados por la disminución de la producción.
Este año tendremos una cosecha que estará por debajo del 20% de lo normal, por lo que es muy probable que agotemos el aceite de oliva virgen extra antes de Navidad.
Estamos viendo cómo afrontar el año 2024, porque evidentemente no será un año como cualquier otro.
Hemos decidido que prácticamente mantendremos el precio de nuestras botellas y estuches de AOVE Premium, en lugar de intentar asumir los costes aumentando los precios hemos decidido hacer cambios en nuestra actividad.
Nos gustaría aprovechar para ampliar actividades en el campo, realizar talleres, visitas, catas (reservando una parte de la cosecha exclusivamente para esto).
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En AOVE Águra nos gusta compartir y disfrutar, y a pesar de ser un mal año, creemos que esto puede ser una oportunidad. Un nuevo reto, un impulso para mejorar.