Nuestra preocupación por el medio ambiente se refleja en el cuidado de nuestros olivos.
Para ello lo primero que hemos hecho es mantener el sistema de plantación tradicional: nuestros olivos jóvenes están dispuestos en una cuadrícula de 7x7m y los olivos centenarios están separados entre sí entre 12 y 13 metros de manera un tanto irregular.
Esto permite a los olivos crecer al máximo de sus posibilidades y vivir cientos de años.
Con este sistema de plantación se obtiene menos rendimientos que con sistemas actuales como los intensivos o superintensivos, pero es más sostenible.
Nosotros tenemos nuestros olivos gracias a que nuestros antepasados los plantaron con la intención de que perduraran en el tiempo, por eso aún conservamos los olivos centenarios que nuestra bisabuela María ya cultivaba y de los que obtenemos el aceite de Olivos Centenarios ÁGURA.
Nos encanta el campo, disfrutar de él y nuestra intención es que nuestros bisnietos puedan seguir disfrutando de los olivos.
Otros tipos de cultivos de olivar
Hay tres tipos de plantación de olivar:
- Tradicional (separación entre olivos de unos 7 metros)
- Intensiva (separación de 4 metros)
- Superintensiva (hileras de olivos muy juntos como si fueran un seto)
Actualmente existen plantaciones de olivos intensivos y superintensivos que no dejan crecer al olivo con naturalidad, son plantaciones en seto: hileras de olivos plantados muy juntos que permite tener muchos olivos en pequeñas extensiones de terreno.
Este tipo de plantaciones agotan los recursos de la tierra, explotándola al máximo.
Se obtiene beneficios muy rápidamente, pues en los primeros años se obtiene mucha aceituna con poco esfuerzo, pero pasados unos veinte años hay que arrancar los olivos pues ya no son productivos.
Bajo nuestro punto de vista este sistema está reñido con el cuidado del medio ambiente y el uso apropiado de la tierra.