Hemos trasladado la oficina al campo

Esta semana nos ha tocado trabajar en el campo, estamos en plena campaña de recogida de aceituna y nos hemos movido al campo para ver todo el proceso, controlar que la aceituna está en su punto y que se recoja limpia y sin golpes.

ACEITUNAS

Y claro, como también teníamos que seguir atendiendo pedidos, mandando emails, hablando con los proveedores… nos hemos llevado el ordenador para continuar con el trabajo administrativo de cada día.

trabajo con el ordenador

Nos ha encantado la experiencia. A pesar de la incomodidad de no tener una mesa donde apoyar las cosas, el entorno y el ambiente alrededor es inmejorable.

Además hemos aprovechado para darle una vuelta a los olivos centenarios. No deja de sorprendernos su belleza y la magnificencia de esos troncos arrugados que tanto han vivido, que se mantienen erguidos después de tantos siglos.

con los olivos centenarios

Pensar que nuestros tatarabuelos y bisabuelos pasearon por aquí rodeados de estos mismos olivos nos hace ser conscientes del legado que nos han dejado y la gran responsabilidad que supone continuar con el trabajo que ellos comenzaron y que esperamos que nuestros hijos continúen.

Estos olivos nos recuerdan nuestros orígenes, nos vinculan a la tierra, al campo, a nuestra familia, además de hacernos soñar con un futuro próspero y duradero, como ellos mismos, que llevan siglos en pie.

viendo los olivos centenarios

Sin lugar a dudas ha sido una gran idea trasladar la oficina al campo estos días.

Hemos retomado energías y una gran motivación se ha vuelto a apoderar de nosotros para seguir trabajando con ilusión.

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